¿Cuánto puede valer un simple sándwich? Vamos a pensar en el sándwich más delicioso que alguna vez hayas probado. De "2 pisos", quizá de 3. Tiene bastante carne (o algún suplemento vegano), aguacate (aunque también hay gente que no le gusta el aguacate, lo sé, yo tampoco sé como es que puede haber gente así en el mundo). ¿El pan era artesanal? ¿tostado? ¿suave? ¿Tenía algún aderezo? Además venía acompañado, ¿pero qué era lo que tenía? ¿Papas? ¿Ensalada? Bueno, creo que ya es suficiente hablar de comida (perdón si te dió un poco de hambre al leer esto), pero estamos de acuerdo que según lo que le añada, el valor del sándwich podría ser más costoso. Podría ser un sandwich económico de algún lugar afuera de una escuela que vende desayunos para los padres que no alcanzaron a hacerle el desayuno al niño o aquellos que suelen estar en las estaciones del tren o semáforos que los venden para el trabajador que de igual forma no pudo cocinar. Pero también podría ser un sandwich como el que nos imaginamos al inicio, muy lujoso y en uno de los restaurantes más caros de la ciudad. La diferencia entre uno y otro podrían ser abismales, podríamos hablar de que el costo de uno podría ser de 5 a 20 veces más costoso. Estoy seguro que casi todos están de acuerdo en que el costo está bien justificado, pues hay muchos detalles en la ejecución de nuestro sándwich lujoso.

Ahora quisiera que remontaras tu mente lo más atrás que puedas. Si eres milenial, lo más probable es que tengas un par de recuerdos de sandwiches que venían estampados con los "marcapanes" que venían en cada bolsa de pan (nostalgia ven a mí). Quizá tienes recuerdos de alguna loncherita o traste donde venía tu comida. Si creciste en una familia donde vivían al día, quizá tenías un sándwich bastante modesto que se reducía a un par de rebanadas de pan, un poco de crema y una rebanada de jamón (o salchichas). Quiero que visualices ese sándwich y que trates de que te remonte a tu pasado, ¿cómo era tu escuela?

Mientras escribo esto, puedo contarte que tengo algunos recuerdos del preescolar. Recuerdo una casa pequeña que tenía una cochera, al entrar había una habitación bastante amplia llena de sillas de colores pequeñas para los niños. A la izquierda de la entrada, una habitación que comparte una pared con la cochera, más sillas. Las paredes estaban pintadas con colores pastel y tenían personajes de los clásicos de disney. Recuerdo una loncherita azul pequeña que tenía en mis piernitas. Un sandwich cortado en "cuadritos". Estoy seguro que si algún día veo un sandwich servido así, me va a traer esos recuerdos de regreso.

¿Qué fue lo que pensaste tú? Bueno, ahora quiero que le pongas precio a ese sandwich, imagina uno que te remonte a uno de tus días más preciados de tu infancia, para hacerlo más sencillo piensa en cualquier platillo. Podría ser el arroz o los frijoles que preparaba tu abuela cuando eras pequeño, los tacos al vapor que sirvieron en alguno de tus cumpleaños, un plato de pozole que sirvieron en alguna navidad. Cualquier plato está bien. Ponle un precio a ese plato de comida.

Probablemente creas que sea absurdo pagar más por ese plato de comida, pero si ponemos en la mesa el hecho de que siempre que lo pruebes te va a transportar a ese momento de tu vida, y que no importa lo que hagas, va a estimular tu cerebro de esta forma, creo que sería justo ponerle un precio un poquito más elevado.

Permíteme divagar un poco, pero te puedo contar que las interfaces cerebro-máquina se han estado investigando desde hace algunos años, y se espera que en algún momento seamos capaces de conectarnos a una máquina y que estimule nuestro cerebro fabricando sensaciones que serían imposibles de distinguir de la realidad. ¿Tienes ganas de estar en la playa? Bastará con interactuar con la tecnología y tendrás sensaciones falsas que tu cerebro no será capaz de distinguir. Básicamente serán máquinas de placer (y quíen sabe qué tipo de cosas puedan venir después). Bueno, a lo que quería llegar con esto, es que éste sándwich que nos imaginamos podría ser una especie de máquina que podría fabricar falsas sensaciones en nuestro cerebro. ¿Crees que podría ser tan caro como el servicio que podrían ofrecer estas máquinas?

Regresando al sándwich (que puede no ser un sándwich), imagina lo que una persona que no compartió contigo esas experiencias podría pagar por el. ¿Estás de acuerdo en que para otros será un platillo cualquiera? ¿Te ha pasado que cuando llevas a alguien a algún lugar que era muy especial para ti termina siendo algo decepcionante para ellos? Aquel lugar que les juraste a tus amigos que era muy bueno porque quizá fuiste con tus amigos del trabajo y resultó ser un total fracaso.

Creo que tengo la respuesta a el por qué no funcionaría igual para ellos y para ti. Me parece que es un problema de contexto. El contexto es eso que te hace entender el por qué algo es valioso y la importancia de algo. Con el contexto adecuado se logra extraer el valor de las cosas. Para una persona un sándwich puede ser solo un bocadillo que no vale gran cosa, para alguien podría ser el recuerdo de la infancia, y es ese pequeño cambio que hace la gran diferencia entre lo que vale para ti y lo que vale para otra persona.

##2 El valor no existe

Hablando de sándwiches malos, ¿pagarías dinero por uno que ya fue mordido? Suena ridículo, ¿verdad? ¿Quién pagaría por un sándwich a medio comer? Al inicio mencionamos los más deliciosos o los que transportaban recuerdos. Pero ahora estamos brincando a lo descabellado.

En el 2006, a alguien se le ocurrió poner en subasta medio sándwich que la cantante Britney Spears había dejado en un restaurante. Aquí hay varias cosas que me llaman la atención.

1- ¿Entre mis lectores existe alguna persona que habría pagado algún peso por este objeto? Bueno, quizá el sándwich es bastante exagerado. Podríamos cambiarlo por una guitarra firmada por algún músico famoso, o alguna playera de algún futbolista, pero el valor a pagar por este objeto en realidad dependería bastante de cada persona. Estoy seguro que difícilmente le encontrarías el mismo valor a todos los objetos y que existe al menos un objeto para el cual no encontrarías valor. 2- ¿Por qué cada persona asignaría un valor distinto a cada objeto? ¿Es acaso el valor algo variable? Pues yo no estoy seguro de esto, pero igual y pongo otro concepto en la mesa. La belleza. En algún momento de mi vida, escuche una frase que decia "La belleza está en los ojos de quien mira". En ese momento en realidad no entendía bien a lo que se referían, pero ahora me queda claro. Para que algo sea bello, el observador debe de ser capaz de encontrarle la belleza.

A partir de estos cuestionamientos y sus respuestas, llegué a un par de conclusiones:

  • Belleza también equivale a valor, por lo tanto, belleza equivale a contexto. Y no estoy hablando de la belleza física (por si había algún despistado), si no al efecto que es producido en otras personas al admirar algo. Podría lanzar mi comentario ñoño del post y decir que mi ecuación matemática favorita es la del número áureo. Algunas personas que quizá no estudiaron matemáticas a este nivel, podrían no entenderla y ser algo aburrido, por lo tanto podemos concluir que por falta de contexto no pueden encontrarle la belleza y por lo tanto no ver el valor.
  • Un objeto "común" puede tener un valor "común". Por ejemplo, un plátano común y corriente. Pero si un expositor de arte lo pega con cinta en un museo su valor se dispara bastante, como ocurrió hace un tiempo en algún museo del mundo. A alguien se le ocurrió pegar con cinta un plátano en una pared y la gente se volvió loca por tal ridiculez, porque es ridículo, ¿verdad? Pues bajo el contexto de la gente común como tú y como yo, esto suena ridículo. Bueno, pues el objetivo de este tipo de arte contemporáneo era causar revuelo (y vaya que lo logró) y demostrar que el arte es bastante subjetiva (como el valor).
  • Si una persona se encuentra con un objeto "común" con una historia "no común", ¿será un objeto común para esta persona? ¿Tendrá el mismo valor que para las personas que conocen su valor "real"? ¿Qué pasaría si una persona que odia el fútbol se encuentra una playera firmada por Pelé? Existe una pequeña posibilidad de que no sepa quien es Pelé. De aquí podemos deducir que el valor de este objeto no es el mismo para ambas personas.
  • ¿Qué pasa si la persona que tiene esta playera de Pelé la vende sin conocer el valor? Probablemente la venda a un precio muy bajo, pero, ¿qué pasa si investiga sobre Pelé? Inmediatamente sabría que el valor es más alto y probablemente lo podría a un mejor precio. De esta última acción podemos concluir que si añadimos contexto, podemos añadir valor.
  • ¿Por qué podemos añadir valor si añadimos contexto? Por una simple razón, el valor no existe, es un invento que nos creamos nosotros mismos. Al poner contexto en una persona el objeto no cambia, es la mente de las personas la que cambia y la que asigna un valor más alto.

Más contexto significa más valor

Vamos a utilizar un ejemplo muy famoso para ejemplificar que cuando hay más contexto algo es más valioso. Estoy seguro que para más de una persona, la siguiente palabra le podría causar un pequeño tirón al hígado (para otros más que un pequeño tirón): Bitcoin. El bitcoin fue creado a finales de la década de los 2000. Para no entrar en detalles muy técnicos, el bitcoin es una moneda digital que es 100% anónima y no puede ser controlada por ningún gobierno (salvo que controlen una gran cantidad de poder de computo). En sus orígenes, sonaba como un proyecto alocado más. La gente no le veía un uso. Algunos sitios web te los regalaban si llenabas encuestas.

En algún momento, la gente empezó a conocerlo, se volvió famoso. La gente comenzó a pagar dinero por ellos, algo que te regalaban ahora costaba un par de centavos de dolar. La gente comenzó a tener contexto de lo que era bitcoin y comenzaron a ver el valor de esto. Poco a poco el valor de bitcoin comenzó a subir y más personas querían tener dinero en bitcoins ahorrado, porque comenzaron a ver que a futuro iba a valer mucho más. Esto creo un efecto burbuja y llegó a valer miles de dolares en el 2017, cuando alcanzó su valor más alto hasta la fecha. Cuando subió el contexto, subió el valor.

¿Hasta donde podemos añadir contexto a un objeto para añadir su valor? No tengo ninguna evidencia (sería interesante hacer un experimento social de valuación de objetos), pero mi intuición me dice que como muchos fenómenos, el valor en dependencia del contexto es logarítmico, esto quiere decir que si 10 unidades de contexto añaden 1 unidad de valor, para añadir 2 unidades de valor vamos a necesitar 100 unidades de contexto, para 5 unidades de valor vamos a necesitar 100,000 (no es factorial)! Esto quiere decir que en algún momento, se va a requerir muchísimo contexto para añadir a penas un par de unidades de valor más.

¿Existe el contexto negativo? Supongamos que encuentras un departamento a un precio bastante económico en una zona muy exclusiva en tu ciudad. Después de investigar un poco, resulta que ese departamento "está embrujado" y por las noches las cosas se mueven solas (está bien, no es el mejor ejemplo, pero vamos, que se entiende el punto). Probablemente, a menos que seas un fanático de lo paranormal, creas que esa casa no vale nada pues nadie va a querer vivir ahí, por lo tanto, podemos concluir que el contexto fue negativo.

Como puedes ver en la gráfica anterior, entre 0 y 1, el valor de la función se cae bastante. Me parece que si el contexto "negativo" lo colocamos como valores reales entre 0 y 1, puede ejemplificar bastante bien la forma en que nuestro cerebro funciona, pues todo lo malo que nos sucede tiende a tener un peso mucho más grande y cargado a lo negativo.

Por otra parte, hice mención de los fanáticos de lo paranormal en el ejemplo anterior a propósito. ¿Recuerdas que hace rato mencioné que el valor no existe y que en realidad es algo que nuestro cerebro crea? Pues esta idea también cabe recordar que el valor al ser un concepto creado por nuestro cerebro, puede tomar cualquier valor para cada persona.

En resumen, podemos concluir los siguientes 4 puntos:

  • El valor no existe, es una construcción de nuestro cerebro.
  • Los objetos de la realidad pueden tomar un valor aleatorio según si la persona tiene el contexto para encontrar el valor.
  • Mientras más contexto se ha añadido a un objeto, el nuevo contexto aumentará su valor en un menor volumen.
  • Existe contexto positivo y negativo.

Estos 4 puntos me llevan al siguiente y último punto que quiero exponer.

Para tener una vida con más valor no hace falta más que aprender a ver el valor de las cosas.

Hace unos momentos acabamos de deducir que el valor no existe y que es algo construido por nuestra mente. Además de esto, mindfulness nos dice que no tenemos control de nuestra realidad, pero si de la forma en que nosotros reaccionamos a los eventos que suceden. Si una persona se molesta cada que una persona tira basura en la calle, evidentemente no puede hacer mucho más allá que llamar la atención a la otra persona, pero esto no implica que vaya a corregir su actitud. De modo que lo que sí puede hacer es cambiar la forma en que se siente.

Si una persona tiene un sentimiento negativo ante una situación, significa que tiene un contexto negativo sobre la misma. La única forma en que esta persona puede sacar provecho es si logra cambiar su forma de pensar y reaccionar ante tal situación. Analicemos un par de ejemplos donde podría pasar esto.

Hace poco más de un año, la película Roma de Alfonso Cuarón ganó un par de estatuillas doradas y escuche a mucha gente quejarse de que la película es muy mala. Si un chico de unos 15 años ve la película, estoy casi seguro de que pensaría que es muy aburrida. El problema está en que en mi opinión, Roma fue una película muy técnica. Lo que hace valiosa a esta película, es la fidelidad con la que logró recrear la ciudad de México en los años 70, entre muchas otras cosas.

¿Cómo podría una persona disfrutar de una película tan compleja? Si la observara en compañía de una persona que sabe como apreciar este tipo de cine y logra explicarle cada uno de los movimientos y las razones detrás de estas, sin dudas sabrá donde observar y encontrar la belleza de la película. La forma de llegar a obtener valor es quitando las limitantes personales.

Si una persona logra cambiarse así misma, es capaz de cambiar el contexto y por ende puede transformar el valor negativo en valor positivo. Volviendo a citar al mindfulness y pensando un poco en la inteligencia emocional, todo es cuestión de perspectiva, de cómo te tomas las cosas. Si un profesor de preescolar ve a unos niños que se pusieron como locos a pintar algunas hojas limpias podría verlo como desorden, pues están desperdiciando papel. Pero, ¿y si tiene por ahí un par de hojas que debe destruir? ¿Por qué no darle esas hojas a los niños para que las destruyan? ya se iban a desechar de todas formas.

¿Te ha pasado que por las noches tienes mucha energía y que por las mañanas mueres de sueño? A mi sí. Hace un par de meses quería despertar más temprano para poder hacer ejercicio. Después de luchar un par de meses contra mi naturaleza, fracasé. Me dí cuenta que estaba dejando de hacer otras cosas, las cuales eran las que quería hacer en primer lugar. Entonces decidí reajustar un poco mi agenda y dejar un par de cosas por la noche, de modo que podía despertar un poco tarde y hacer cosas por las noches (como leer o escribir).

A veces empujarnos a nosotros mismos puede ser muy complicado, pero a veces podemos buscar una forma de aprovechar nuestros "defectos" y convertirlos en algo valioso con tan solo cambiar la perspectiva.

Conclusiones

  • El concepto de valor no existe, es una vestigio evolutivo y solo existe en la mente de las personas.
  • El "valor" está atado a las emociones de las personas, por lo tanto está atado a las experiencias y recuerdos de una persona, al contexto de cada individuo.
  • Si el contexto de una persona es positivo, verá un valor positivo, si es un negativo, obtendrá un valor negativo.
  • El contexto de las personas puede cambiar y por lo tanto algo que no tenía valor o era negativo, puede ser positivo.
  • Si no hay contexto, no hay valor.