Era una mañana cualquiera en un bachillerato común de la UDG. Todo era un día normal. La flojera al máximo al tener la última clase del día cerca. Algunos quizá pensarían que de todas, era la que menos flojera daría, pues estaba a punto de comenzar la clase de educación física (la que no tiene que ver con las fuerzas de la naturaleza). Para poder dar su clase, el profesor (en este caso profesora) exigía que llevaramos ropa adecuada para las actividades, por lo que con toda la flojera de mi alma tuve que ir a cambiarme a los baños para ponerme mi short. Al regresar, la maestra aún no llegaba. Recuerdo que fueron a buscar a uno de mis mejores amigos de la prepa.

La mañana estaba lejos de ser una mañana diferente, pero por alguna razón, ese día algo fue distinto. Yo estaba ya en la clase realizando mis calentamientos. En eso llegó mi amigo preguntándome si quería participar en una olimpiada "de mate y de computación". Pensé demasiado rápido y con un enfoque muy local. Qué flojera, pensé yo mismo. Venir en sábado a la escuela para una olimpiada, qué flojera (se vale repetirlo). Lo único que le contesté fue "Qué flojera, güey. Ya me puse el short". No recuerdo si hubo mucha insistencia de su parte, pero solo recuerdo que ese año no empecé mi carrera.

Básicamente le dí motivos al yo de ese día para estar avergonzado de la persona en la que se iba a convertir. Bueno, en realidad no es para tanto. Ya en aquellos tiempos estaba mas o menos consciente de que me gustaban las matemáticas y que la computación podía parecer una buena respuesta al dificil problema que se enfrentan los chavos durante la prepa.

En los siguientes meses fui testigo de el proceso que mis compañeros siguieron. 2 de mis amigos decidieron asistir a ese evento. En los meses siguientes dejé de verlos en las clases, la olimpiada se los había robado. Solo los veía en los recesos que salíamos a comer y en la clase de computación, en el otro salón donde parecía que los tenían en cautiverio para que no los molestaramos. Como el buen curioso que soy, un día decidí acercarme a ver qué era lo que estaban haciendo (de nuevo, eran 2 de mis amigos los que decidieron entrar en el evento). Ahí me encontré con karel (en el futuro espero poder ayudar a los más chicos a aprender karel con algunas entradas por aquí) el robot. Una pantalla azul donde escribían comandos que seguían el razonamiento lógico pero que no comprendía del todo. A veces una pantalla con una flecha azul donde pasaban muchas cosas.

Por alguna razón, algo llamó mi atención. Despertó un poco mi curiosidad aunque no le dí mucha importancia ese año. Pasaron los meses y algunos abandonaron la olimpiada (más bien quedaron fuera). Ahora me platicaban de algo que se llamaba "C". Lo único que aprendí en ese entonces era que "C" es una herramienta tan poderosa que con ella han hecho varios sistemas operativos (ahora sé que básicamente es una piedra angular en cuanto a los lenguajes de programación, sí, algo bastante importante aunque no lo parezca). Ya para finales del semestre, mi amigo estaba super feliz porque logró una medalla de bronce en la olimpiada, me invitó a participar y prometió que el próximo año lograría una medalla de oro.

Pasaron en realidad unos 6 meses y se abrió el registro de la olimpiada. Esta vez, sí decidí registrarme. Unos meses después, mediados de enero, nos escribieron y nos invitaron a una semana de repaso de matemáticas para la primera etapa. Yo decidí ir pues tenía la idea de que era bueno en matemáticas pero estaba seguro de que eso no sería suficiente. Ahí empecé a conocer más personas. Me divertí muchísimo entre las clases y las pláticas cuando nos dejaban solos.

La semana se fue y llegó el sábado 22 de enero del 2011 (algunas fechas nunca se olvidan). Nos vimos en la prepa y la maestra nos llevaría en su carro al iteso. La escuela tenía presupuesto para un desayuno de campeones en el oxxo, donde atacabamos las pizzas y las hamburguesas congeladas. Y ya, ahora sí con la panza llena, estabamos listos para la primera etapa.

Al llegar al iteso estaba muy emocionado y sorprendido de estar en una escuela tan bonita (nosotros los pobres no estamos tan acostumbrados a ver escuelas con tantos lujos, y más porque el iteso parece un parque). No tengo muchos recuerdos del registro y qué pasó antes del examen, pero recuerdo que habían más de 500 competidores de entre todos los níveles. Habían pequeñines de primaria y chicos de universidad. El auditorio Pedro Arrupe estaba lleno de mesas, todo bien organizado.

Recuerdo que Fernando Guzman dió un discurso sobre que nosotros éramos el futuro de México y que nosotros seríamos los próximos campeones en la olimpiada nacional. En mi mente estaba el pensamiento de que si ganaba una medalla de bronce sería todo un logro, pues en ese momento de programación yo no sabía nada y estaba ahí para aprender. Me sentía un poco en desventaja pues entre los participantes estaba un Oro nacional. Lo pintaban como el rival a vencer. Yo había visto su foto un par de veces en la página de la olimpiada, así que me daba igual, yo solo quería que empezara todo de una vez.

Y así entre aplausos y discursos, los micrófonos se cerraron y los examenes comenzaron a repartirse. Despupes de unos minutos, el auditorio con más de 500 chicos estaba en silencio. La tranquilidad me recordó mucho al examen de admisión, todos estaban muy concentrados en su examen. De vez en cuando, el staff de la olimpiada se acercaba al micrófono para dar algún aviso para aclarar dudas o posibles errores en la redacción del problema.

Las horas del examen se pasaron y todo terminó. Tampoco tengo muchos recuerdos del viaje de regreso a casa. Yo salí tranquilo y un poco sorprendido por las preguntas. Varias no tenía ni idea de como responderlas. Estaba feliz porque la había pasado bien y había dado mi mayor esfuerzo.

Una semana después salieron los resultados. Obtuve si no mal recuerdo 53 puntos de los 100 totales. Como referencia, la puntuación más alta era de 80 puntos y era del chico que había ganado oro en la olimpiada nacional el año pasado. De ahí habían una o 2 personas detrás de él, varios con 60 puntos y poco a poco aparecían todos los puntajes. No estaba tan mal mi puntuación después de todo. El corte fue de 20 puntos, por lo que estaba más que librado.

Para el 31 de enero que regresamos a clases, mi amigo que había sido medallista de bronce me prestó su libro de karel. Pase los 2 meses practicando todas las tardes en casa. Resolví más de 100 problemas. Justo antes de llegar al segundo examen, recibimos apoyo de un chico de la prepa (quien terminó siendo mi equipo más adelante y actualmente trabaja conmigo). El decidió no seguir participando en la olimpiada pues ya no podía ir al nacional, pero nos ayudó bastante. En mi opinión llegó en un punto muy crítico donde nos dió bastante empuje y consololidamos algunos conceptos de programación bastante complejos que no habíamos dimensionado (básicamente nos dió unas cachetadas de realidad al enseñarnos como es que funciona la recursión).

Y así se llegó el segundo examen. Este examen era en línea y consistia en resolver 2 problemas de karel. Cuando los ví me sorprendí bastante pues me parecieron muy sencillos y no representaron ningún problema para mi. Los resolví en casa en unos 30 minutos y los envié. Una semana después fue el segundo examen, de nuevo de forma presencial y esta vez fueron 3 problemas de karel.

De nuevo nos veíamos un sábado por la mañana. Esta vez iba más relajado. Mentiría si dijera que tengo memorias de antes del examen. Recuerdo que el salón estaba a reventar y habían muchas computadoras. El salón era muy cómodo (de nuevo, alguien que no había estado tan de cerca a estos lujos se sentiría muy cómodo estando en un aula con equipos donde todo funciona y que tiene aire acondicionado). Escuche a unos chicos que estaban platicando en inglés y me sentí un poco sorprendido por eso (aunque yo ya hablaba un poco el idioma). El examen arrancó. Eran 3 problemas, de no ser por el tercero, me daba la impresión de que tenía todo bajo control. En la primer hora resolví los primeros 2 problemas sin ninguna complicación. El segundo problema fue el complicado. Recuerdo que escribí muchísimo código (como unas 500 líneas de código). Terminé el examen una hora antes del tiempo y decidí salirme.

Al salir, me dí cuenta de que no era el único que se había salido. Og estaba ahí platicando con más personas. Salí y me senté en el pasto. Estaba sorprendido de ver a las ardillas dentro de la escuela, estaba muy relajado admirando la naturaleza. Se pasó la hora y mis compañeros salieron. Estaban contentos y presumían haber resuelto el examen perfecto. Yo estaba satisfecho de lo que había hecho. Mis amigos se burlaban de mi porque les dije que había hecho mucho código en el tercer problema y decían que para qué hice tanto. Puse mil excusas pero no dejé que me afectara.

El lunes siguiente al examen, yo ya me encontraba instalando Dev-C++ en mi computadora y comenzaba a aprender de programación en C++. Tenía como 2 meses para aprender lo necesario para los últimos 2 examenes estatales. Realice de nuevo, cerca de 100 programas en C++, pero esta vez no era ni de chiste, tan complejos como los problemas de karel que resolví en los meses pasados. Aprendí arreglos, matrices, ciclos, condiciones y manejo básico de cadenas. Con eso me sentí motivado.

Una semana después del examen publicaron los resultados de el segundo y tercer examen. Mis compañeros estaban un poco desanimados porque no habían obtenido el examen perfecto. Yo... yo sí logré el examen perfecto y estaba en tercer lugar hasta ese momento. Estaba 4 puntos abajo del segundo lugar y 8 puntos abajo del primero. Un problema completo de programación son 100 puntos y faltaban 5 problemas para cerrar la olimpiada.

Lo siguiente que aprendí fue a ordenar datos. Encontré algunos videos en youtube donde te enseñaban a ordenar los datos por la burbuja, selección y la insersión. Mis compañeros seguían estudiando. Intenté resolver problemas de examenes estatales pasados. Incluso intenté resolver algunos problemas de la olimpiada nacional (pobre iluso, en ningún lugar me habían hablado del tiempo de ejecución hasta ese momento).

Llegó el cuarto examen, otra vez en línea. El primer problema me pareció bastante fácil, el segundo problema me resultó sencillo después de haber resuelto el primero. De nuevo, tuve un examen perfecto y ahora estaba en segundo lugar en la olimpiada.

Finalmente, llegó el día de la gran final. De nuevo, un sábado en la mañana. Esta vez recuerdo que se nos hizo un poco tarde y la maestra tuvo que violar algunos límites de velocidad. Llegamos justo cuando estaban nombrando a los participantes para entrar a los salones. Justo a tiempo.

Al ver el examen no me pareció tan sencillo, pero estaba seguro de que podría lograr algo. El primer problema me pareció sencillo, pues era algo similar a los problemas del examen en línea pasado. El segundo problema me pareció muy reboltoso. El tercer problema me pareció atacable, pues noté que podía hacer algo similar a karel. Implementé una búsqueda en amplitud sin tener idea de que eso era lo que hice. No utilicé una cola pues no se me ocurrió, pero utilice algunos "for" adiocionales para que "amarrara". No me dió tiempo de intentar resolver el segundo problema.

Salí con una paz inmensa del examen. Todos ibamos platicando del examen y estabamos haciendo pronósticos. Yo estaba satisfecho y sabía que si resolvía esos 2 problemas estaría del otro lado.

Y pues bueno... iban a pasar un par de semanas hasta conocer los resultados finales. Pero una semana antes de todo recibí una llamada de mi compañero Iván. Habíamos recibido una beca para tener un verano en el iteso con cursos (uno de mis mejores veranos que pasé) de robótica, electrónica, redes y creación de videojuegos. Lo que le llamó la atención es el orden en el que venían los nombres, pues tenía un orden muy similar a la tabla de posiciones (antes de enviar documentos así deberían de fijarse que no esten mostrando datos que no deberían) y yo estaba hasta arriba. La verdad es que no recuerdo muy bien ese día, solo recuerdo haber recibido la llamada.

Llegó finalmente el día. Mis papás asistieron. La premiación fue en la UVM (donde más adelante también tuve el gusto de pasar un verano de investigación, pero esa es otra historia). Estaba muy nervioso. Habían muchas personas. Fue una ceremonia larga, pues hubieron (si la memoria no me falla) cerca de 100 medallistas desde primaria hasta universidad (en las olimpiadas de este tipo dan muchas medallas de cada metal, podría decir que es para que más chicos tengan la sensación de victoria, pero desconozco la razón real). Comenzaron tomando la foto del recuerdo y recapitulando el proceso de omijal. Empezaron con las medallas de bronce de primaria, secundaria, preparatoria, preuniversitarios (chicos en su último año de prepa que no podrían aspirar a la nacional) y universidad. Después dieron un discurso, creo que fue el discurso de Fernando. Lo único que recuerdo fue, "[...] se van a llevar una gran sorpresa, hoy tenemos a los que trajeron oro el año pasado en la nacional y los que les ganaron en la estatal".

Y comenzaron a premiar a los medallistas de plata y finalmente a los de Oro. Dejarona a los de prepa al final. Yo estaba suando frío sentado en mi butaca. Comenzaron con los de Oro. El Oro 4 y el 3 se lo llevaron Zihui (un chico de prepa 5) y Barón (del Ceti Colomos) en algún orden que tampoco recuerdo muy bien (lo siento, son pequeñeses). Ellos 2 estaban por arriba de mi antes del último examen. En ese momento me salió la gran duda de quíen hacía falta. Y así como cuando en alguna película alguno de los villanos que quedó escondido en algún lugar y que no había salido en un buen rato logra reaparecer en los últimos 5 minutos, recordé que no habían mencionado a Og.

El cambio de pantalla para saber quien había quedado en segundo lugar fue eterno para mi, aunque estoy seguro de que fueron solamente unos segundos. ¿Habría quedado en segundo siendo derrotado por el último Oro nacional? ¿Sería la sorpresa de la olimpiada? ¿Sería yo el ganador? No pasó por mi mente el discurso de Fernando en ese momento, pero el dijo que le habían ganado a los que trajeron oro de la nacional, entonces creo que eso es un spoiler gigantesco ahora que ya sabemos quienes no han recibido medalla, pero mi cerebro no funcionó así aquel dia.

En fin... volviendo al último momento de la premiación, nombraron a Og como el segundo lugar. En ese momento tuve una sensación extraña. No es muy diferente de cuando te pasa algo que esperabas con muchas ansias y finalmente ocurre, es un hormigueo por todo el cuerpo, combinado con adrenalina y una inyección de energia. Lo que hice fue esperar a que mencionaran mi nombre. Me puse de pie y recuerdo que levante el puño tal Freddy Mercury (como buen puberto ganador).

Me colgaron la medalla y empezaron las fotos. Tomaron muchísimas fotos. Recuerdo las palabras de Fer "¿de dónde te sacaron en prepa 3?". Yo sonreí y recibí el premio. Finalmente, se me hizo conocer a las personas que eran mis rivales en la olimpiada. Og estrechó mi mano y me felicitó. Y bueno, ahí estaba yo en el olimpo de los mejores programadores del estado.

Y bueno, esa fue mi historia en la olimpiada estatal. Pero, ¿qué gané de esa experiencia?:

  • Aprendí a programar.
  • Descubrí que la programación es de hecho, muy divertida.
  • Conocí a muchas personas en ese evento, que después me llevaría a conocer a muchas otras.
  • Gané una computadora (la cual me trajo hoy a escribir esto).
  • Gané una beca para estudiar en el iteso por el 25% (sí, solo 25%, por eso no fui a estudiar ahí, sin mencionar que me queda a una hora de camino de mi casa).
  • Un verano con los cursos que mencione antes.
  • Un viaje a Puebla y a Cuernavaca (bueno, me lo gané más adelante, pero por aquí empezó todo).
  • Encontré el rumbo de mi carrera profesional. Sabes que estás en el camino correcto cuando lo que haces te apasiona más que jugar videojuegos o siendo mas exactos, se convierte en tu pasatiempo.

Muchas de las personas que conocí en el evento no siguieron en el camino de la programación. Algunos se dedican a otras cosas (entre los que me vienen a la mente se dedican a las leyes, gobierno, medicina, ingeniería civil, electrónica, mecatrónica y hasta diseño gráfico). Si algo aprendieron ellos es que la programación les gustaba pero no era lo que les apasionaba.

Logré tocar a muchas personas y estoy seguro de que traje mucha felicidad a varias personas. Mis papás que me apoyaron mucho y cuando era chico hicieron muchos sacrificios para que yo tuviera un poco mas de lo necesario y tuviera una buena vida. Los profesores de la preparatoria que nos apoyaron y los que no también, porque de alguna manera se puso en alto la institución. Mis compañeros que quizá se alegraron también de que haya logrado, los que compartieron conmigo desde el inicio el proceso.

Esto lo escribo para que sirva de motivación a los chicos que tienen flojera o les da miedo entrar a competir. La pregunta que siempre les hago a los chicos con los que he trabajado ya en licenciatura que no se animan a participar se las hago a ustedes. Si haces lo que hacen todos tus compañeros, es decir, ir a clases y pasar todas tus materias (porque los promedios no son muy relevantes allá afuera, al menos no en el mundo del desarrollo de software), ¿Qué esperas ofrecer para que sea un motivo suficiente para que te contraten a ti y no a tu compañero? La respuesta es destacar en eventos académicos (quizá emprender o trabajar desde antes de terminar tus estudios, pero para un chico de preparatoria esto es más alcanzable). En mi experiencia, la diferencia entre ser el que pide chamba a una empresa y ser al que las empresas van a ofrecerle chamba está en haber competido (no es generalización, actualmente conozco a otros desarrolladores que nunca participaron y son muy buenos también).

Y ya para terminar. ¿Qué tiene que ver el título de con el artículo? Pues que el premio (la computadora) la encontré hoy justo mientras recogía mi cuarto. La compu no es que ande al 100, pero aún funciona y posiblemente la utilice como conejillo de indias para instalar servidores y probar mis habilidades de automatización.

¿Qué les pareció? Quizá sería buen momento para invitar por unas chelas a las personas que estuvieron ahí presentes y que tengo bastante sin saber de ellos. Dejenme sus comentarios, quizá me hace falta mejorar mis habilidades de escritura aún más, por lo que agradecería sus comentarios. Muchas gracias a los que lo leyeron completo y espero en el futuro poder escribir el proceso de preselección y nacional.

¡Les mando un abrazo!